La abogada Érica Martín es la nueva secretaria Técnica de la Facultad

Para iniciar el segundo mandato de la gestión Lucero-Zorrilla se incorporaron al gabinete de autoridades Analía Mereles en la Dirección de Asuntos Estudiantiles y Érica Martín, a cargo de la Secretaría Técnica de Sociales.
Érica Martín es abogada, egresada en la primera cohorte de la carrera. Luego de recibirse fue adscripta e inició su carrera docente en 2008 como jefa de trabajos prácticos en la asignatura de Derecho Público Provincial de la carrera de Abogacía. Además, en 2007 comenzó a trabajar como asesora externa del Correo Argentino, cargo que ejerció hasta 2020. Entre 2016 y 2020, fue abogada de la Direccion de Familia, en el Área Mujer y Niñez de la Municipalidad de Rawson.
A partir de 2021 fue consejera departamental por el estamento docente. Luego, el consejo departamental de Ciencias Jurídicas la eligió subdirectora y con la renuncia de María Elena Candelero, pasó a ser directora de esa unidad hasta junio de este año.
La función de la secretaría técnica es, principalmente, de asesoramiento en temas específicos al campo del Derecho. "Algunas facultades la tienen y la idea es que haya siempre un abogado o abogada que asesore en todas las cuestiones que tienen que ver con expedientes, normativas, convenios y revisar cuestiones que puedan ser sensibles para para la facultad, que puedan llegar a comprometer algún interés. Esa sería mi función", explica.
También, su secretaría trabajará con las unidades académicas internas, para brindar asesoramiento integral a las autoridades departamentales. Como la creación del cargo es reciente, aún no ha tenido precisiones acerca de una línea de trabajo respecto de algún asesoramiento letrado concreto. La intención es comenzar a revisar ordenanzas que presentan, a su entender, algunos inconvenientes. "Particularmente me gustaría plantear la posibilidad de ordenar algunas normativas que se contradicen entre sí o que están desordenadas. Y proponer cambios en las que están generando problemas", aclara, ya que hay normativas que por la manera en que están redactadas generan complicaciones a la hora de su aplicación. “Contar con una buena normativa puede evitar un montón de conflictos. Porque si la normativa es clara, es precisa, no da lugar a especulaciones ni interpretaciones”, dice la secretaria.